En un segundo de tensión, el desenlace nos atrapa y nos ataca por la espalda
y en la escena culminante de lo que es nuestra función
busco en vano unas palabras que decirte
antes de que me arrebate el viento
mi último aliento (el traidor..)
Y las calles las llenamos de estampidas con las manos
la batalla está en su ocaso
malheridas las hazañas que conquistamos
nos desnudan y se apartan.
Y es lo que algunos llaman el momento de la verdad
perecer o lograr respirar, pero siempre en tus brazos.
Puede que sea hoy nuestra plácida apocalipsis
mi reloj se agotó,
la bolsa o la vida,
adiós, mi Dios, qué pavor.
Busco otro disfraz para mi voz, otra latitud y dimensión,
otra tragedia que me devuelva las ofrendas que entregué en tu honor
a la Virgen de los Suicidas
puede que sea hora de encontrar otro rincón
Y es lo que algunos llaman el momento de la verdad
perecer o lograr respirar, pero siempre en tus brazos.
Puede que sea hoy nuestra plácida apocalipsis
mi reloj se agotó,
la bolsa o la vida,
adiós, mi Dios, qué temblor.
-y con la urgencia de buscarnos por los atajos en los tejados en espejismos de milagros entre los cuerdos y los desquiciados entre los restos del naufragio por los infiernos inclinados en las entrañas de los barcos en los sueños apelmazados-
a través de todos los años
a través de todos los pecados
Y es lo que algunos llaman el momento de la verdad
perecer o vivir en tus brazos,
qué más da.
Deberé buscar otro rincón donde desdoblar mi vida al sol.
Deberé buscar otro rincón donde traición no sea tradición,
qué dolor.
dimarts, 11 d’octubre del 2011
dilluns, 10 d’octubre del 2011
Pieles blancas como lienzos. Pieles blancas para estrenar. Pieles blancas como sábanas y como tierras prometidas.
Pieles blancas y no pertenecemos al mismo lugar. Y no hablamos la misma lengua. Pieles tan blancas que hasta duele mirarlas, pero quién es el idiota que cierra los ojos ante tanto cristal. Rompo todo lo que toco, y esto no es novedad, y mancillo tu piel blanca mientras nos preparamos para la escena final.
Las paredes de ladrillo están sucias con elegancia, y en los días que hace bueno el sol nos engaña y nos hace creer que el agua del río es tan azul como la del mar. Puentes y botes de remo que se mueven como flechas. Nadie cuelga las sábanas del balcón en esta ciudad, donde el aire es tenso como el cristal y como tu piel blanca que se desdobla sobre la mía, a traición, a contrapelo, a contratiempo y contrarreloj.
Si suena Carlos Gardel me vuelvo a mi casa y no te llevo en mi maleta. Ningún Dios cuidó nunca de mí.
Pieles blancas y no pertenecemos al mismo lugar. Y no hablamos la misma lengua. Pieles tan blancas que hasta duele mirarlas, pero quién es el idiota que cierra los ojos ante tanto cristal. Rompo todo lo que toco, y esto no es novedad, y mancillo tu piel blanca mientras nos preparamos para la escena final.
Las paredes de ladrillo están sucias con elegancia, y en los días que hace bueno el sol nos engaña y nos hace creer que el agua del río es tan azul como la del mar. Puentes y botes de remo que se mueven como flechas. Nadie cuelga las sábanas del balcón en esta ciudad, donde el aire es tenso como el cristal y como tu piel blanca que se desdobla sobre la mía, a traición, a contrapelo, a contratiempo y contrarreloj.
Si suena Carlos Gardel me vuelvo a mi casa y no te llevo en mi maleta. Ningún Dios cuidó nunca de mí.
dimecres, 20 de juliol del 2011
Los pies en el suelo
Después de tanto tiempo sobreviviendo a los simulacros de despedidas, no conseguimos encontrar la forma más sencilla y más noble de decirnos adiós. Así pues, todos los milagros que hicimos crecer a base de roces de piel caliente se van diluyendo en el silencio en el que te dejo existir, mirándonos de reojo, con los dientes preparados por si la fiera decide saltar una vez más y atacarnos con sus garras.
Ha llegado el tiempo de lo que algunos llaman olvido. De reaprendernos, pero esta vez cada cual por su cuenta. El tiempo de morder las cerezas con nueva perspectiva y el tiempo de la mercromina en las rodillas. El tiempo de los dos besos en las mejillas y el "cómo andás, hace días que no sé de ti". Vuelve a las putas de carretera si es lo que necesitas, déjame que yo me sumerga en las aguas tanto tiempo como sea preciso.
Todo para que en unos años podamos mirarnos a los ojos y aceptar que la dignidad no nos la quita nadie y que, joder, fuimos una vez refugiotornado, curaenfermedad y cariciapuñalada. Y que eso no nos haga sentir nada. Habremos perdido una parte de nosotras una vez llegadas a este punto, pero habremos ganado un millón más.
Y hay quien se atreve a decir que no nos quisimos. Que les den.
Ha llegado el tiempo de lo que algunos llaman olvido. De reaprendernos, pero esta vez cada cual por su cuenta. El tiempo de morder las cerezas con nueva perspectiva y el tiempo de la mercromina en las rodillas. El tiempo de los dos besos en las mejillas y el "cómo andás, hace días que no sé de ti". Vuelve a las putas de carretera si es lo que necesitas, déjame que yo me sumerga en las aguas tanto tiempo como sea preciso.
Todo para que en unos años podamos mirarnos a los ojos y aceptar que la dignidad no nos la quita nadie y que, joder, fuimos una vez refugiotornado, curaenfermedad y cariciapuñalada. Y que eso no nos haga sentir nada. Habremos perdido una parte de nosotras una vez llegadas a este punto, pero habremos ganado un millón más.
Y hay quien se atreve a decir que no nos quisimos. Que les den.
dilluns, 27 de juny del 2011
Sobre vivir: Sobrevivir
Se trata de ver mil capítulos de una serie seguidos para no pensar en ti.
Se trata de hacer cualquier cosa para no pensar en ti.
Se trata de encontrar cualquier excusa para no culparnos.
Después de todo, desde el comienzo sólo tratamos de sobrevivir.
Se trata de hacer cualquier cosa para no pensar en ti.
Se trata de encontrar cualquier excusa para no culparnos.
Después de todo, desde el comienzo sólo tratamos de sobrevivir.
dilluns, 9 de maig del 2011
seis horas mas un atlántico
Mañana
te vy a dejar seis horas trás
o siete quien sabe
y tú me esperarás ocho días
más siete horas o seis
te imaginaré probablemente
al amparo de un hotel de lujo
dedicada a tus quehaceres cotidianos
a tus sonrisas cotidianas
a tus palabras cotidianas a compañeros cotidianos
con la cabeza probablemente puesta
seis horas atrás
buscándome en tu cabeza probablemente
espero
como buscarías esa pequeña pieza de puzzle
que te falta para completar
el atrezzo cotidiano
yo probablemente
andaré de acá para allá con la cabeza puesta
en seis horas alante
vestida de importante señora
ocupada en cosas ugentes e importantes
mezclándome en la cotidianidad de otros
y probablemente pensaré
qué demonios fue tan importante
como para dejarte seis horas atrás...
...probablemente cocinando
y pondrás mesa para dos en un descuido
restando undostrescuatrocincoseis horas al reloj
para hacerte una idea aproximada
de mis ocupaciones en ese instante
sin sospechar o sí que yo sumo con los dedos
escondidos bajo la mesa
undostrescuatrocincoseis horas más
y te adivino cenando
te recordaré probablemente
moviendo la mano a través de la ventanilla del avión
jodidos clichés
tu no viniste a despedirme al aeropuerto
y maldeciré probablemente
al jet lag
y a mi ocurrencia de venirme acá
a seis horas mas un atlántico de ti
actuando para otros
siendo otra para otros
llenándome la boca de palabras que no entiendes
como un diminuto fragmento de tu cotidianidad
perdido en la metrópoli
donde
probablemente
nadie sabe quienes somos.
te vy a dejar seis horas trás
o siete quien sabe
y tú me esperarás ocho días
más siete horas o seis
te imaginaré probablemente
al amparo de un hotel de lujo
dedicada a tus quehaceres cotidianos
a tus sonrisas cotidianas
a tus palabras cotidianas a compañeros cotidianos
con la cabeza probablemente puesta
seis horas atrás
buscándome en tu cabeza probablemente
espero
como buscarías esa pequeña pieza de puzzle
que te falta para completar
el atrezzo cotidiano
yo probablemente
andaré de acá para allá con la cabeza puesta
en seis horas alante
vestida de importante señora
ocupada en cosas ugentes e importantes
mezclándome en la cotidianidad de otros
y probablemente pensaré
qué demonios fue tan importante
como para dejarte seis horas atrás...
...probablemente cocinando
y pondrás mesa para dos en un descuido
restando undostrescuatrocincoseis horas al reloj
para hacerte una idea aproximada
de mis ocupaciones en ese instante
sin sospechar o sí que yo sumo con los dedos
escondidos bajo la mesa
undostrescuatrocincoseis horas más
y te adivino cenando
te recordaré probablemente
moviendo la mano a través de la ventanilla del avión
jodidos clichés
tu no viniste a despedirme al aeropuerto
y maldeciré probablemente
al jet lag
y a mi ocurrencia de venirme acá
a seis horas mas un atlántico de ti
actuando para otros
siendo otra para otros
llenándome la boca de palabras que no entiendes
como un diminuto fragmento de tu cotidianidad
perdido en la metrópoli
donde
probablemente
nadie sabe quienes somos.
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