tal vez su luz que vuelve y vuelve sea la última certeza que me queda



dilluns, 9 de maig del 2011

seis horas mas un atlántico

Mañana
te vy a dejar seis horas trás
o siete quien sabe
y tú me esperarás ocho días
más siete horas o seis

te imaginaré probablemente
al amparo de un hotel de lujo
dedicada a tus quehaceres cotidianos
a tus sonrisas cotidianas
a tus palabras cotidianas a compañeros cotidianos
con la cabeza probablemente puesta
seis horas atrás
buscándome en tu cabeza probablemente
espero
como buscarías esa pequeña pieza de puzzle
que te falta para completar
el atrezzo cotidiano

yo probablemente
andaré de acá para allá con la cabeza puesta
en seis horas alante
vestida de importante señora
ocupada en cosas ugentes e importantes
mezclándome en la cotidianidad de otros
y probablemente pensaré
qué demonios fue tan importante
como para dejarte seis horas atrás...

...probablemente cocinando
y pondrás mesa para dos en un descuido
restando undostrescuatrocincoseis horas al reloj
para hacerte una idea aproximada
de mis ocupaciones en ese instante
sin sospechar o sí que yo sumo con los dedos
escondidos bajo la mesa
undostrescuatrocincoseis horas más
y te adivino cenando

te recordaré probablemente
moviendo la mano a través de la ventanilla del avión
          jodidos clichés
tu no viniste a despedirme al aeropuerto
y maldeciré probablemente
al jet lag
y a mi ocurrencia de venirme acá
a seis horas mas un atlántico de ti
actuando para otros
siendo otra para otros
llenándome la boca de palabras que no entiendes

como un diminuto fragmento de tu cotidianidad
perdido en la metrópoli
donde
probablemente
nadie sabe quienes somos.

dilluns, 2 de maig del 2011

Hay gente que se encierra en faros y gente que tiene una americana para cada día de la semana.
Hay gente que muere por ideales y gente que hace la compra los lunes por la mañana.
Hay gente que le gusta hacer el amor de pie y gente que nunca visitará un burdel.
Hay gente que no sabe sumar y le da igual, y gente que no puede vivir en un mismo sitio.
Hay gente con hijos y gente sin padres.
Hay gente que corre para adelgazar y gente que ha pasado toda su vida en una cárcel.
Hay gente que cree en Dios y gente que se cree Dios.
Hay gente que querría vivir en un monasterio y gente que lee con gafas.
Hay gente que prefiere el miedo a la verdad y gente que se esconde en cuevas de Afghanistán.
Hay gente que ha cruzado el Atlántico y gente que compra revistas de dietética.

Hay gente que como Moisés puede separar las aguas y gente que no.

Y eso es todo, y no hace falta darle más vueltas.