tal vez su luz que vuelve y vuelve sea la última certeza que me queda



dissabte, 6 de febrer del 2010

¿Oyes?

A veces me olvido de reir cuando los pájaros emprenden el vuelo. Y todo aparece desnudo y descarnado y como con cicatrices por todos lados, cicatrices clandestinas de muñeca de trapo estampada contra un muro.
Hay algo entre el mundo y yo. Apenas un humo esquivo. Oye, no sé cómo sacarlo, ¿me ayudas a sacarlo? Oye, parece que va a salirse el mar de tanto oleaje que hay.

Creo que el tiempo me mira con sus ojos polvorientos y se ríe de mí.

Y qué frío, ¿no? ¿Dónde se esconden las alas rotas? Tengo que esconderlas, ¿sabes si puedo dejarlas en algún lado? ¿Ahí cerca del fuego, seguro? No me las quemaréis, ¿verdad? Que en el fondo me importan, ¿eh? Oye, a veces me olvido de cómo vivir. Maldita sea.

En realidad todo esto es pantomima, supongo que ya lo sabes. Palabras que suenen bien. A ver si la Maga me lee algún día y decide hacerme una visita, en realidad es eso, palabras bonitas para que la Maga venga. Me regalaron una caja, dentro había una caja, con una caja en su interior, que guardaba una caja, y me pasé la noche abriendo cajas pero se han hecho tan pequeñas que ni las puedo ver, así que nunca sabré si realmente hay algo ahí dentro. Puede que no, puede que me regalaran el infinito. Quién sabe.

Oye, mi nuca te echa de menos.

3 comentaris:

Alba ha dit...

ZASCA

auf dem Weg ha dit...

Ja tornes a ser per aquí! :)

i quin text més bonic!!

Alba ha dit...

No dicrepis, no és un text recent, és de fa unes setmanes ;)