En un segundo de tensión, el desenlace nos atrapa y nos ataca por la espalda
y en la escena culminante de lo que es nuestra función
busco en vano unas palabras que decirte
antes de que me arrebate el viento
mi último aliento (el traidor..)
Y las calles las llenamos de estampidas con las manos
la batalla está en su ocaso
malheridas las hazañas que conquistamos
nos desnudan y se apartan.
Y es lo que algunos llaman el momento de la verdad
perecer o lograr respirar, pero siempre en tus brazos.
Puede que sea hoy nuestra plácida apocalipsis
mi reloj se agotó,
la bolsa o la vida,
adiós, mi Dios, qué pavor.
Busco otro disfraz para mi voz, otra latitud y dimensión,
otra tragedia que me devuelva las ofrendas que entregué en tu honor
a la Virgen de los Suicidas
puede que sea hora de encontrar otro rincón
Y es lo que algunos llaman el momento de la verdad
perecer o lograr respirar, pero siempre en tus brazos.
Puede que sea hoy nuestra plácida apocalipsis
mi reloj se agotó,
la bolsa o la vida,
adiós, mi Dios, qué temblor.
-y con la urgencia de buscarnos por los atajos en los tejados en espejismos de milagros entre los cuerdos y los desquiciados entre los restos del naufragio por los infiernos inclinados en las entrañas de los barcos en los sueños apelmazados-
a través de todos los años
a través de todos los pecados
Y es lo que algunos llaman el momento de la verdad
perecer o vivir en tus brazos,
qué más da.
Deberé buscar otro rincón donde desdoblar mi vida al sol.
Deberé buscar otro rincón donde traición no sea tradición,
qué dolor.
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1 comentari:
M'agrada :) A veure si penjem més textos ehh... que ja no puc llegir quasi res ultimament
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